Para iniciar con este tema, en primer lugar debemos entender que todos los niños son un mundo diferente, y que cada uno tiene un desarrollo distinto, por esa razón, nos daremos cuenta cuando mi hijo necesitara terapia de lenguaje.
La capacidad para comunicarse es más que emitir palabras. La comunicación se complementa con gestos, expresiones corporales y faciales que hacen del mensaje más completo.
Sin embargo, antes de llegar a las palabras para lograr comunicarnos necesitamos desarrollar ciertas destrezas como:
- Balbuceo
- Comunicación gestual
- Atención visual y auditiva
- Contacto visual
- Lapso de atención
- Permanencia de objeto
- Seguir objetos en movimiento
- Imitación
- Juego simbólico
Una vez que se desarrollan esas destrezas, llegan las palabras. Según la edad seguimos incorporando suficientes palabras a nuestro repertorio para satisfacer las demandas del ambiente en el cual nos desarrollamos.
Sin embargo, en ocasiones este proceso puede verse afectado por algunas alteraciones. Debemos estar alertas a ciertas señales que indican alteraciones en el desarrollo como:
- Pocas palabras para la comunicación
- Pobres verbalizaciones
- Recurrir a gestos y señas, únicamente como medio de comunicación
- No responder preguntas de sí y no
- No brindar información básica
- Quienes le rodean no comprenden lo que el niño produce
Si tal es el caso deberíamos acudir a un profesional para que nos informe sobre el procedimiento al cual nuestro pequeño debe someterse, para brindarle ayuda, en su retraso de lenguaje.